Hola crohnian@s
os voy a relatar mi experiencia en la operación. Llevaba ya con el brote unos 8 meses, los dolores me mataban, cada vez que comía era un suplicio, yo no iba de diarrea, yo vomitaba todo el rato, no había semana que no lo hiciera al menos dos veces. Estaba en tratamiento con dacortín y cada vez que me bajaba la dosis los síntomas aumentaban, las analíticas no indicaban nada bueno, y mi especialista me dijo que había que tomar la decisión, lo que había intentado evitar por todos los medios, porque eso no me curaría y para alguien tan joven no quería eso pero no había otra. Así que me remitió a cirugía, allí decidieron lo mismo que había que intervenir, y me remitieron a anestesia para el preoperatorio y me dieron cita, nunca llegué a ir a esa cita, porque me empezé a encontrar peor, así que llamé a mi médico y decidió ingresarme, como bien relaté en mi primer post estuve una semana con nutrición por vena, y me hicieron también transfusión de sangre, tuve mucha suerte porque esa primera semana compartí habitación con una chica también con una EII, con la que aún mantengo el contacto, y me ayudó y animó mucho. Esta es la parte positiva de este periplo, el poder encontrar y conocer y compartir experiencias con grandes personas.
Un lunes 7 de marzo entré en quirófano, la noche de antes te dan un relajante para dormir, menos mal porque el miedo me corría todo el cuerpo. Relatandolo ahora me doy cuenta que es como un sueño como si no lo hubiera vivido, pero sí. tengo una cicatriz que lo demuestra. En el momento que viene el celador para llevarte a quirófano Ufff, en ese momento te tiembla todo y eso que parte de mí quería que me operaran ya, no podía más, mi cuerpo no podía más, mis lloros por el dolor abdominal y los vómitos, el ver a mi madre sin casi dormir estando a mi lado, realmente quería que me intervinieran de una vez, pero el miedo, el miedo a que te anestesien y no despertar, el miedo al después, el miedo a lo desconocido, eso puede más que nada.
Me llevaron a una sala, al menos en mi hospital, llena de camillas con gente para intervenir, algunas hablando entre ellas, como si estuviéramos en la sala de espera de un médico de un centro de salud, -"-y tu de que te operas? "- ah pues yo de la rodilla" y yo mirando alrededor sin hablar pensando pero a ver a ver nadie tiene miedo o qué, soy la única que esta acojonada. Y ya llega tu anestesista, una chica joven muy amable que me acuerdo perfectamente y me lleva a la sala de quirófano, donde había una camilla muy rara a la que me subieron, mi recuerdo es como un potro de tortura, y allí me indican que me va a poner una vía central porque mis brazos de la nutrición por vena estaban fatal y yo ah vale vale, ya no me acuerdo de nada más. Mi siguiente recuerdo son las luces del techo y que me llevaban en la camilla hacia algún sitio y ver a mi cirujano, un hombre muy simpático y amable, oí que me dijo que todo había ido bien. El siguiente recuerdo es en la sala de despertar o reanimación, oía los pitidos de mi monitorización y me acuerdo que intentaba hablar y solo salía un susurro porque me dolía todo, eso es lo que más recuerdo, era como un dolor, como si te hubiera pasado un tren por encima, nunca me ha pasado un tren y espero que nunca me pase pero tiene que ser algo así.
Llegó el momento de subir a la habitación. y allí entré, me podía mover un poco, y me dí cuenta que tenía una sonda nasogástrica, por eso no podía hablar bien, un sonda en la vejiga y una vía que me salía del cuello, eso era la vía central, menos mal que no podía ver en un espejo porque dicen que impresionaba. La primera noche la pasé regular, era incómodo llevar todo eso y me daban sedantes pero me seguía doliendo todo, aún así algo dormí. Al día siguiente ya me empezaron a quitar sondas, empezé a estar mejor y por la tarde me incorporé, poco a poco porque la cicatriz dolía, yo lo único que quería era recuperarme e irme del hospital Todo iba bien hasta que me dieron de comer, ufff que mal lo pasé, llevaba creo recordar unos 5-7 días sin comer nada, y tenía mucha hambre pero el dolor era horroroso, pasé una primera noche que el nolotil no me hacía efecto, se lo decía a los médicos y me decían que era normal que doliera un poco, UN POCOOOOO!!!!! SI ME ESTOY MURIENDO!!! , poco a poco la cosa fue a mejor y cuando estaban a punto ya de darme el alta, me sube la fiebre, y ahí cundió el pánico, me empezaron a hacer analíticas, hasta que descubrieron que al ponerme la famosa vía central se había enganchado un pelo y se había infectado un poco, me dieron antibióticos y ante mi insistencia de querer irme a casa, ya que ya me encontraba bien, y quería estar en mi casa, en mi sofá, con mi tele, decidieron darme el alta con la condición de controlarme la temperatura. A los dos días fuimos a urgencias por un pico de fiebre, me hicieron analíticas y me dijeron que me acabara el antibiótico que se me pasaría y así fue.
He de decir que en un principio el cirujano me dijo que me iban a intervenir por laparoscopia, pero decidieron abrir para ver todo el intestino, al abrir descubrieron que la oclusión ocurrida por la inflamación me había producido un necrosamiento y lo que parecía que iban a ser unos 10 cm fueron el doble, una resección ileo-cecal de unos 20 cm.
Al mes tuve una revisión con los cirujanos, y ya me remitieron a mi especialista de digestivo, a partir de entonces todo fue mejor, mi vida cambió, tenía calidad de vida, podía salir, seguía teniendo alguna diarrea, pero no me dolía, no vomitaba, no tenía miedo de ir por la calle y ponerme a vomitar, fue duro pero en mi caso fue lo mejor
un beso crohnian@s
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